Da Svidanya, la banda principal de la noche, con sus siete músicos sobre el escenario, realizó un show sin fisuras, en el que se destacaron las maravillosas voces de sus cuatro cantantes femeninas. Con sonidos que fusionan estilos autóctonos, sobre todo norteños y latinoamericanos, expandieron buena onda y canciones refrescantes al público que vino a verlas y disfrutó de una hora con su música.
Luego llegó el turno de la banda representante de Estudio Urbano, Yerba Palo y Galleta (foto), un trío de pibes muy jóvenes que se subió al escenario convencido de que lo suyo es bueno. Realizaron un concierto muy entretenido, bien ensamblado, y a puro folclore. Tocaron media hora pero podrían haberse quedado un buen rato más, ya se habían ganado a la gente, y lo mejor, no se sintieron intimidados por una sala grande y muy linda, sino que se dedicaron a disfrutar la experiencia. Un poco como ejemplo, sirve contar el momento en que el baterista dejó su lugar y se fue a sentarse en primera fila a ver cómo los dos vocalistas, con sus guitarras, hacían lo suyo.
En definitiva, fue una gran noche. El Viernes de Fusión es un excelente proyecto, una excelente oportunidad para mostrar, para tocar en un lugar hermoso. Es un espacio que tenemos que cuidar, que tenemos que apoyar, al que tenemos que ir. Es todos los viernes.
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