lunes, 15 de febrero de 2010

Arranca Desamores de verano, el ciclo de cine gratuito en Estudio Urbano


Porque creemos que el amor es vital para encarar cualquier vínculo que una persona establece con cualquier aspecto de su vida, qué mejor que el tan mentado mes de los “enamorados” para explorar, a través del cine, las dificultades, matices, asperezas, misterios y oscuridades que priman en todas las relaciones humanas. Desde el lunes 22 de febrero hasta el viernes 12 de marzo, con dos funciones diarias a las 15 y a las 19 horas, se desarrollará en Estudio Urbano un nuevo ciclo que, haciendo foco en la mirada de grandes directores norteamericanos, y aprovechándose de los lugares comunes que llegan con el verano y el calor, hará del amor y los vínculos intepersonales su objeto de estudio. Presentamos, entonces, “Desamores de verano”.

Así como la industria de Hollywood puede definirse como una feroz fábrica de películas románticas preocupadas por encontrar el camino hacia la lágrima fácil y el final feliz, es una certeza incuestionable que existe a lo largo de la historia una enorme cantidad de directores norteamericano que exploraron el amor desde ángulos muy personales y diversos. Este ciclo brinda reconocimiento a quince de estos realizadores, con películas que postulan una mirada amplia del amor, ese sentimiento tan puro y enfermizo que nos atraviesa, motor que desde cualquiera de sus formas pone en marcha los vínculos entre las personas.

Aunque con Una mujer bajo influencia, de John Cassavetes, y Cry Baby, de John Water, verdaderas joyas, pretendemos saldar deudas con dos genios indiscutidos del cine independiente, el grueso de las películas del ciclo está conformado por directores contemporáneos que poseen una indiscutible sensibilidad cinematográfica para entender la complejidad de las relaciones humanas.

Muchas de las películas elegidas son las primeras películas de realizadores que ya están asentados en la industria, varios de los cuales ya cuentan con películas instaladas dentro del rango “de culto”. Seguramente, las que proyectaremos en Estudio Urbano son las menos vistas y reconocidas, pero tienen el encanto de toda opera prima, la ingenuidad pero potencia de un estilo que nace, de una forma de entender el cine que empieza a definirse.

Una breve reseña de las primeras películas:

Una mujer bajo influencia (1974), de John Cassavetes. Empezamos el “Desamores de verano” con uno de los más geniales realizadores norteamericanos y una de sus obras imperdibles. Una película que servirá también para disfrutar de los recursos que utiliza Cassavetes a la hora de pensar una historia, de imaginar un plano, de usar la cámara, de construir a los personajes. Esta película, realizada con casi nulo presupuesto, y mucho espíritu crítico y cuestionador de las reglas sociales, es simplemente una obra maestra. Lunes 22 de febrero, 15 y 19 horas.


Sydney (1996). Ópera prima de Paul Thomas Anderson, famoso por Magnolia y la reciente Petróleo Sangriento, trata la fascinante historia de un misterioso señor que rescata de la calle a un hombre desesperado, con quien construirá un profundo vínculo de amor paternal, menos puro y espontáneo de lo que parece. Martes 23 de febrero, 15 y 19 horas.


Bottle Rocket (1996). Ópera prima de Wes Anderson, una de las cabezas más geniales de los últimos años, director de Los Excéntricos Tenembaum y Vida Acuática. No es casualidad que dos de los principales autores de la actualidad hayan realizado sus respectivas primeras películas en el mismo año: es reflejo del nacimiento de una generación que a través de su mirada afinada, de su humor, y de su sensibilidad, trajo un baño de frescura al mundo del cine. Wes Anderson, además de su increíble talento para construir historias y componer personajes, hace de la música una herramienta de comunicación fundamental, de hecho, recomendamos especialmente la banda de sonido de este film. Miércoles 24 de febrero, 15 y 19 horas.

Keane (2004), de Lodge Kerrigan. Un film que fue presentado hace unos años en Bafici, que tuvo un brevísimo paso por la cartelera porteña, y que, como tantos otros, pasó relativamente desapercibido. Lo rescatamos para este ciclo porque pensamos que su director, Lodge Kerrigan, construye una obra cargada de crudeza y sensibilidad que merece ser tenida en cuenta. Keane es la película del personaje que lleva su nombre, un enfermo mental que deambula desesperadamente por las calles de New Jersey buscando a su hija. No diremos más que esto, sólo que, al contrario de la mayoría de las películas del ciclo, esta carece de otra música que el ruido ambiente y las palabras de los personajes. El sonido es el mejor recurso que encuentra el director para meterse en el alma del personaje y entender su locura, su angustia, su amor, en medio de una ciudad que nunca detiene sus pasos. Jueves 25 de febrero, 15 y 19 horas.

Garden State / Tiempo de volver (2004). Acá les presentamos otra particular historia de amor, contada en esta ocasión por Zach Braff, que se permitió en su primera película mostrar una Natalie Portman hermosa y sencilla, como si se tratara una vecina hermosa del barrio, intentando armar algo con un muchacho muy buena onda que tiene algunos problemitas. La música otra vez protagonista, es excelente. Viernes 26 de febrero, 15 y 19 horas.

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